sábado, 12 de noviembre de 2011

FLOREN AOIZen IRUZKINA. GAIA: azaroaren 20ko HAUTESKUNDEAK

No podemos cambiar la política española, pero podemos irnos de España

No ví el debate entre Rajoy y Pérez Rubalcaba. Lo oí, en parte, en la radio, mientras viajaba en coche. Lo que escuché fue suficientemente penoso para imaginar el resto. Los conocemos, además, así que no cabía esperar nada inteligente ni nada novedoso.
Rajoy representa la sombra de Fraga y Aznar, la enésima mutación del ADN franquista. Veremos si es capaz de sacudirse la presión de la caverna, pero hoy por hoy sólo asegura agenda neoliberal pura y dura y conservadurismo reaccionario.
Pérez Rubalcaba es, a estas alturas, una caricatura de sí mismo. El Rasputín en la sombra que sale a la luz como si no hubiera pasado nada, como si nunca hubiera estado en ningún gobierno. Como si no tuviera nada que ver con el PSOE que ha abierto las puertas al PP.
Los dos han sido y es significativo, ministros de Interior. Los dos han confundido y confunden policía y política. Los dos se han manchado las manos en la represión. Los dos conocen las cloacas del estado, en las que han tenido su nido durante mucho tiempo.
Nada tienen que decir de la verdadera naturaleza crisis económica y política de su querida España. Nada de las demandas de la sociedades vasca y catalana. No tienen proyecto, no tienen modelo, su España se hunde y sólo son capaces de gritarse, sin contenidos, sin coherencia, solo insultar y meter el dedo en el ojo.
No podemos cambiar la política española. Entre PP y PSOE no hay dos proyectos políticos en pugna, sino dos corrientes de un partido único, el partido neoliberal españolista.
Eso no podemos cambiarlo, pero podemos irnos. Podemos desconectar, elegir nuestro propio camino. Cortar la recepción, no ya del debate, sino de la política española en su conjunto. Para ello, necesitamos conformar un bloque político fuerte que defienda la soberanía de Euskal Herria y formalice pasos hacia la independencia. Un bloque que rompa con el pensamiento único y su estrategia de recortes, privatizaciones y represión de toda protesta.
Un bloque o, ¿por qué no? ¡un puente! ¡Un puente hacia la libertad, hacia la independencia! Eso sería lo mejor que podríamos hacer, no sólo por nosotras y nosotros, desde y para Euskal Herria, sino para romper la baraja y hacer que los Rajoys, Pérez Rubalcabas y demás personajes dejen de arruinar vidas.
No queremos para nadie lo que no queremos para nuestro país, pero no nos corresponde cambiar la política de otros países. Sí la nuestra. Por eso, para irnos, para seguir por nuestro propio camino, crucemos el puente. Yo, por eso del voto por correo, ya he dado mi voto a Amaiur. ¿Te apuntas?

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